El día en que Sara conoció la tristeza

Cuento de @maikatralara

Pasito a pasito por el cuento

Érase una vez…

un niña más o menos de tu edad , con ojos grandes y pelo castaño. Se llamaba Sara, era muy alegre y siempre estaba sonriendo.

Le gustaba jugar con sus amigos, reír y saltar. Pero un día, Sara se despertó sintiéndose triste. No sabía muy bien por qué, pero tenía una sensación rara en su corazón que no le permitía sonreír.

Al principio, Sara intentó ignorar su tristeza y seguir jugando como siempre, pero se dio cuenta de que no podía disfrutar de las cosas que otras veces tanto le divertían. 

Sus amiguitos lo notaron y le preguntaron qué le pasaba. Sara les explicó que se sentía triste, pero no sabía por qué,

Entonces uno de sus amigas..

le dijo: «Sara, la tristeza es como una nube gris que aparece en el cielo. A veces viene de la nada y no sabemos por qué está ahí. Pero es normal sentirse triste, porque es una emoción natural».

Sara no comprendía del todo bien lo que su amiga intentaba explicarle, pero algo en sus palabras hizo que se sintiera mucho mejor. Al cabo  de un rato, Sara se dio cuenta de que la tristeza no era algo malo, sino simplemente una emoción que todos sentimos de vez en cuando.

Así que Sara…

decidió que no iba a  pelear contra su tristeza y en lugar de eso,  era mucho mejor dejar que fluya, porque las lágrimas limpian y alivian. 

niña llorando con flor azul

No había ningún problema en  sentir pena.  Por eso  se tomó un tiempo para sí misma,  para poder pensar y reflexionar. Entonces se dio cuenta de que su tristeza había sido causada por algo que le había pasado en la escuela, al día siguiente  habló con  su maestra , juntas resolvieron el problema y así desapareció.

 

 A partir de ese día…

Sara supo que la tristeza era solo una emoción más. Que no hay que esconder, ni ignorar, sino que es mejor tratar de aceptarla y comprenderla. Para que acabe fluyendo y desapareciendo.

Nota para los mayores

Espero que como a Sara, este cuento os ayude para que los niños entiendan que la tristeza es una emoción natural, y que está bien sintiéndose triste de vez en cuando.

También les enseña la importancia de aceptar sus emociones y de buscar ayuda cuando sea necesario.

Y aquí os dejo un libro que nos habla también de esta emoción «Un tazón de tristeza para Leiza » 

Valores y Temas del Cuento

  1. Reconocimiento y Gestión Emocional: El cuento aborda cómo Sara identifica y acepta su tristeza, una emoción que a menudo los niños no saben cómo gestionar.
  2. Empatía y Comunicación: La historia resalta la importancia de hablar de nuestras emociones con los demás, ya que compartir lo que sentimos nos ayuda a aligerar la carga.
  3. Resiliencia Emocional: A través del apoyo y la comprensión de su entorno, Sara aprende que la tristeza, aunque dolorosa, es pasajera y parte del proceso de crecimiento.

Preguntas para Reflexionar

  1. ¿Por qué crees que Sara se siente triste aunque no sabe exactamente la razón?
  2. ¿Qué cosas o situaciones te hacen sentir triste a ti?
  3. ¿Qué cosas te ayudan a sentirte mejor cuando estás triste?
  4. ¿Por qué es importante hablar de nuestras emociones con las personas que nos quieren?

Actividades Complementarias

  1. Dibujo de la Tristeza:

    • Invita a los niños a dibujar cómo se siente Sara en el cuento. Luego, pídeles que dibujen cómo se sienten ellos cuando están tristes. Esto les ayudará a reconocer y expresar sus emociones de forma visual.
  2. Botella de la Calma:

    • Crear una «Botella de la Calma» usando agua, purpurina y aceite. Agitar la botella y observar cómo la purpurina se asienta representa cómo nuestras emociones también pueden calmarse con el tiempo y la paciencia. Los niños pueden usarla cuando se sientan abrumados para ayudarlos a relajarse.
  3. Caja de la Alegría:

    • Crear una caja donde los niños puedan guardar objetos o recuerdos que les hagan sentir bien, como dibujos, fotos, cartas, o pequeños objetos. Pueden acudir a ella cuando necesiten un recordatorio de cosas que los hacen felices.
  4. Rueda de Emociones:

    • Crear una rueda con diferentes emociones: alegría, tristeza, enfado, miedo, etc. Pide a los niños que identifiquen momentos en los que han sentido cada emoción y hablen sobre cómo gestionaron esos sentimientos.